
Diego de la Texera: “Debemos fomentar el amor a nuestros pueblos a traves del cine”
Director. Guionista. Camarógrafo. Productor. Nacido en Puerto Rico, en el pueblo de Ponce, hizo un doctorado en Historia del Teatro y el Cine en la Universidad de Nueva York (1964-1972), y estudió dos años en el programa de adiestramiento del Gremio de Directores de América (DGA). En 1971 funda en Puerto Rico su propia compañía, Sandino Films, con la que se dedica a la producción de documentales, comerciales y noticias para televisión, además de servicios de producción para Nueva York, Hollywood y Puerto Rico. A finales de los años 70 se une al Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y es uno de los fundadores del Instituto Nicaragüense de Cine (INCINE). Dirige la primera película de Nicaragua llamada ‘El Danto’.
En 1980 filma ‘El Salvador: el pueblo vencerá’, premiada en el Festival de Cine de La Habana (1980), reconocida con el Premio de Oro en el Festival de Cine de Moscú (1981) y FIPRESCI de Lila (1981). Es uno de los Fundadores del ICSR (Instituto Cinematográfico de El Salvador y es cofundador del EICTV (Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de Los Baños) donde diseñó y dirigió el plan de estudios del Departamento de Cinematografía hasta 1987. Entre sus películas destacan: ‘¡Piñones va!’ (1976), ‘Tesoro’ (1987), ‘Treetap’ (1996), y ‘Meteoro’, grabada en Brasil, país en el que vivió los últimos 10 años.
METEORO, UN PUEBLO ENMEDIO DEL DESIERTO. (Entrevista realizada por Akaida Libertad Orozco para la revista ENcontrARTE)
A.O: Hablemos de su última película, Meteoro, estrenada recientemente en nuestro país. ¿Cómo surgió la idea de hacer esta película, de dónde nació la historia?
D.T: Meteoro estuvo lista en mayo de 2006 en Argentina. Todo comenzó cuando yo estaba buscando sinopsis de películas para hacer un paquete para Universal pues un amigo chileno estaba ‘traqueteando’ películas en Hollywood y me pidió que me encargara de las producciones brasileñas. Yo llamé a unos amigos, les dije que me estaban pidiendo un paquete para Universal para telefilms, entonces me fui a la oficina de mi amigo y él comenzó a sacar sinopsis de una gaveta. En una de esas dice ‘no, ésta no es sinopsis’, y la vuelve a meter en la gaveta. Luego le pedí ver esa sinopsis que había guardado y era la historia de Meteoro, página y media de descripción de un pueblito que encontraron cuando se perdieron en el desierto haciendo un documental. Ellos son italianos, uno es Bruno Stropianna y el otro es Renato Padovani, éste último terminó dirigiendo la fotografía de la película, justicia poética que llaman. Cuando leí eso le pregunté por qué no habían hecho esa película y me dijo que eran sueños de juventud dejados atrás. Le pedí permiso para bregar con ese proyecto y me dijo que sí encantado de la vida.
Entonces me senté a investigar. Esa paginita era nada, una narrativa de página y media donde contaban que durante la grabación del documental se salieron del mapa, se perdieron en el desierto, estuvieron tres días sin comer, sin bañarse, los persiguieron unas avispas, fue terrible, hasta que finalmente encontraron una especie de piscina de aguas azules que al parecer es donde los nordestinos cogen el agua cuando llueve en épocas de sequía. Allí se bañaron, bebieron y vieron a unos nenitos que los llevaron hasta el pueblo de Nueva Holanda, les dieron comida, los trataron de maravilla y estaban tomándose unos traguitos de cachaza por la noche, conversando, cuando uno de los lugareños les dijo ‘es que nosotros somos unos hijos de puta’. Los italianos se rieron y afirmaron que sí, que todos éramos unos hijos de puta, de manera que aquel hombre comenzó a contarle la historia de por qué realmente ellos sí eran unos hijos de puta.
A.O: Entonces la historia sí es verídica, a parte de la ficción y el realismo mágico que usted le imprime a la película, se basa en hechos comprobables…
D.T: Claro, es verdad, es la historia del pueblito de Nueva Holanda que son los trabajadores de La Punta, los llamaban cossacos, porque eran jodidísimos, iban abriendo la brecha para que la carretera pasara. Iban con tractores, dinamitas, y estaban mezclados, había geólogos, geógrafos, científicos, obreros, imagínate esa construcción duró tres años, y esos hombres internados en ese desierto. Entonces había una concesión que permitía que unas prostitutas llegaran en bus a aliviar a aquellos hombres. A partir de ese hecho real, con esa ancla en la realidad, yo escribí el guión y le imprimí ficción.
A.O: – ¿Qué quiere decir a través de esta película? ¿Qué temáticas plantea con este guión?
D.T: Bueno, fíjate, mis amigos lo que querían hacer con esta historia era un documental. Yo les dije que estaban locos, que esa idea era maravillosa para hacerla ficción, es una cosa de surrealismo latinoamericano. Entonces me puse a estudiar la historia, el contexto histórico donde sucedió ese acontecimiento, el por qué estaban construyendo allí esa carretera, con qué conectaba, para dónde iba, qué ideas tenía Juscelino Kubitschek para Brasilia. Recordemos que Brasilia era una isla en el medio del Planalto Central, lo que llaman ellos el Cerrado y había que conectarla con las diferentes capitales de los 21 estados; eran 21 carreteras radiales con Brasilia al centro. Juscelino tenía un programa que se llamaba ’50 años en 5′, y lo hizo parte de un Plan de Metas y lo cumplió prácticamente todo; es el único presidente de Brasil que ha planificado un proyecto y ha cumplido todo, o casi todo. Luego Janio Quadros, Jango, le decían, sucedió a Juscelino, continuó todos sus programas e iba a implementar reformas de base y eran reformas fuertes para Brasil que tiene estructuras casi medievales, de coroneles, terratenientes, y los norteamericanos vieron para dónde iba eso, se imaginaron una Cuba rica en América del Sur y evidentemente no les convenía, comenzaron a conspirar y dieron un golpe militar el 1 de abril de 1964. Luego vinieron 20 años de dictadura militar. Y aquella gente que estaba por allá enterrada, alejada de todo eso, construyó una sociedad perfecta llena de espíritu optimista.
A.O: ¿Esa sería entonces el mensaje que quiere resaltar en esta película, el optimismo, la esperanza de construir una sociedad utópica?
D.T: Sí, y además hacer un llamado a la reflexión. ¿Qué hubiera pasado si no se hubiese dado el golpe de Estado? ¿Qué hubiera pasado si esos gobiernos progresistas de aquella época -que no eran revolucionarios ni de izquierda ni mucho menos, eran todos burgueses- hubiesen continuado en el poder? Porque a ellos les interesaba eso, desarrollar el país, modernizarlo mayormente.
A.O: Dígame usted, ¿qué hubiese pasado si no se da el golpe militar? ¿Qué país sería Brasil ahora?
D.T: Yo creo que las fuerzas progresistas de Brasil hubiesen tomado cuenta cada día más al país y seríamos otra cosa. ¿Otra cosa cómo? Fíjate en los logros de Cuba. La gente se la pasa hablando mal de Cuba pero ese es un país bien serio donde la salud, la educación, el deporte, la cultura, nunca faltan. Y eso que Cuba es una islita agrícola, cañera. Imagínate a Brasil que es un país rico e inmenso. ¿Qué hubiera sido tener una Cuba de ese tamaño y con esas riquezas en América Latina en aquella época, dónde estaríamos hoy? Además, hay algo que a mí me interesa tocar y es que Brasil es un gigante dormido que ya mismo se despierta y el mito del país del futuro, un futuro que nunca llega. En la ápoca de Juscelino no hay nada más moderno en el mundo que Brasil, fue un boom cultural con el cinema novo, la bossa nova, la arquitectura, en fin, en la década del 60 cuando se inaugura Brasilia no existe nada más moderno que Brasil. Eisenhower, Jean Paul Sartre, los grandes intelectuales del momento llegan a ver aquella joya de la arquitectura de uno de los discípulos de Le Corbusier. No hay un punto de Brasilia que sea feo, aquello es una genialidad. Y ese genio se truncó con la dictadura militar. Luego se retomó el país, se re-democratizó, se comenzaron a retomar los problemas… Y ahora, ¿para dónde va el país? Yo quería a través de ese cuento surrealista poner a la gente a pensar, a reflexionar sobre cuál es el camino que debe tomar ese país del futuro. Ya es hora de aterrizar porque ya se está cayendo de la mata.
A.O: Cuénteme del rodaje, la producción fue bastante compleja y costosa porque grabaron casi toda la película en locaciones naturales, con luz natural. Tengo entendido que las grabaciones se hicieron en dos partes y en total la película se hizo en 4 años…
D.T: Bueno, en realidad el rodaje duro siete semanas y medias en 2002 y tres semanas en 2004. En el medio de la cosa se acabó el dinero, no se suponía que ninguno de los socios se llevara el dinero para poder filmar, si alguno de los socios retiraba el dinero que le correspondía Sigue leyendo →
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Etiquetas: Cinehistorias 2013, La Secretaría Nacional de Arte y Cultura del Frente Farabundo Martí, Secretaría de cultura FMLN