Redacción/Marlen Argueta.
Con el fin de facilitar el acceso a la cultura y el arte, La Secretaria Nacional de Cultura del FMLN, impulsa el proyecto de Desarrollo Artístico Cultural Comunitario como prueba piloto en cuatro departamentos y nueve municipios del país.
Este proyecto que además procura generar participación de las comunidades en la búsqueda de la cultura como un derecho, se inició en febrero de 2013 en los departamentos de Santa Ana, Sonsonate, San Salvador y San Vicente.
Específicamente en los municipios de Santa Ana, Sonsonate, San Julián, Izalco, Nahuizalco, Nejapa, San Salvador, San Vicente y San Esteban Catarina.
Pretende desarrollar herramientas de trabajo combinando el arte, la educación informal y la organización social en las comunidades, sustentando su aporte en la construcción de la identidad colectiva e individual del ser social.
La producción cultural y artística en un “hacer con” los vecinos, propiciando el desarrollo de las capacidades creativas de las personas en el marco de acciones colectivas.
El proyecto cuenta con tres acciones fundamentales: La formación artística, la organización y la promoción y difusión del arte vivo a través de acciones y/o actividades artísticas comunitarias.
Formación artística en las comunidades.
El Proyecto de Desarrollo Artístico Comunitario promueve la formación artística a través de talleres que se imparten en las comunidades, barrios, caseríos y colonias de los nueve municipios.
En Julio se cuentan con más de una veintena de talleres artísticos donde la participación fundamental corresponde al sector juvenil del país.
Artistas y especialistas en las técnicas de las diferentes disciplinas del arte se desplazan hasta las comunidades, para desarrollar esta formación que tendrá como resultado, un encuentro comunitario de los cuatro departamentos a finales de este 2013.
Es completamente alentador leer estas propuestas. En aquellos último años de los 80’s y principios de los 90’s en que ir a las comunidades era una toma de posición ante el mundo y ante la vida, parecía muy lejano el día en que sería una forma de “producción cultural y artística en un “hacer con” los vecinos, propiciando el desarrollo de las capacidades creativas de las personas en el marco de acciones colectivas”. La palabra resistencia cultural ha sido trascendida hacia un destino de identidad.