XXXIII
No escribo para que mi nombre
luzca como flor en la solapa
ni para que
sople huecos ritmos en la Academia de la
/Lengua
No escribo para abrir una cuenta en Suiza
y viva como un sultán de las Mil y una
/Noches
No escribo para que mi recuerdo
espante como bandada de cuervos
No escribo con la mano en la frente
oyendo a Vivaldi a todo volumen
No escribo para que Rodríguez Monegual
Octavio Paz y Yurkievich
escriban una línea sobre mi poesía
No escribo para que el oligarca
me ponga dos alitas de petate
No escribo para adquirir un palacio
y volar como un ángel de palo a la diestra
/de Dios padre
No escribo para disfrazarme de Romero
y hacer el amor a una putilla aristocrática
No escribo para cenar ostras trufas
en los restaurantes que explotaron
al pobrecillo alucinado Scott Fitzgerald
Yo escribo para respirar
Yo escribo para encontrar un nido en los
/ramajes de la tempestad
Yo escribo para morir lúcido
cabalgando mi caballo de madera
Yo escribo para ulular como el lobo que bajo
/la nieve abandona el bosque
Yo escribo con mi corazón que alzo como un
/fanal
en este tiempo de tinieblas.
(Tomado de El Pastor de las equivocaciones)
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